En esta ocasión os traigo a Cthulhu, el terrible dios destructor de mundos y que a petición de alguien muy querido para mi, se ha convertido en un dios dulce y desde luego nada terrible.
Alvaro, mi hijo pequeño, también quería su propio amigurumi y me sugirió la idea de hacer un ser temible, dios de uno de los mundos de fantasía que tanto le gustan, - he de decir que compartimos gustos -, y aquí esta el resultado. El le dio el visto bueno y lo adoptó como suyo - esta en su habitación desde entonces -, y espero que también vosotros le deis vuestra aprobacion.
¡¡ Con vosotros el Destructor de Mundos, El Dios Durmiente, Señor de R’lyeh ...¡¡
Ya lo se, es raro, un bichito con cuerpo dragontino, cabeza de calamar y alas, pero así es Cthulhu, aunque en realidad es un tanto mas aterrador que esta dulce versión.
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